CÓMO HACER UNA BUENA FOTOGRAFÍA BÁSICA DE VINO

Siempre digo que la fotografía de un vino es su carta de presentación, la primera impresión que la bodega proyecta de sí misma y de la calidad de ese vino en concreto. Por eso es muy importante que todo esté cuidado al detalle. Si una bodega muestra sus vinos en fotografías de “andar por casa”, dará la impresión de que sus vinos son menor calidad, mientras que si los presenta con fotografías realizadas por un profesional, la percepción que el consumidor tenga de ese vino será mucho más premium. En este artículo os voy a explicar algunos pasos imprescindibles para realizar una buena fotografía básica de estudio con una botella de vino.

1. LAS HERRAMIENTAS:

Lo primero de todo es contar con un escenario adecuado para poder realizar la fotografía, un buen equipo de iluminación y, por supuesto, una cámara fotográfica profesional. Una vez lo tengamos todo listo necesitaremos la botella. No vale una cualquiera, la bodega siempre tiene que encargarse de que la muestra esté en perfectas condiciones, sin rasguños en la etiqueta ni abolladuras en la cápsula. Tras haberla limpiado concienzudamente con un paño seco para eliminar todas las motas de polvo, empieza el espectáculo.

LA ILUMINACIÓN:

La botella de vino puede dividirse en tres partes: cápsula, etiqueta y vidrio. Aunque en apariencia la botella se ilumina igual, cada una de esas partes necesita una iluminación concreta y un trabajo específico, que dependerá de las características del papel, el material de la cápsula y el tipo de botella. La técnica está es conseguir esa coherencia entre todas ellas, dándole a cada una su protagonismo justo para que no resalte sobre las demás.

Por eso la iluminación es tan importante. La luz principal debe colocarse siempre a la izquierda, mientras que la secundaria la situaremos a la derecha. Aquí también juega un papel muy importante la sombra, un factor que nos permite dotar a la imagen de naturalidad. Al incidir la luz principal desde la izquierda, la sombra siempre caerá hacia la derecha. Este juego de luces nos ayudará además a darle volumen a la botella.

LOS DETALLES:

Como he comentado antes, las botellas de vino se componen de etiqueta, cápsula y vidrio. Cada uno de ellos tiene multitud de matices que los diseñadores e imprentas se han esforzado en conseguir, por lo que una fotografía básica de estudio siempre tiene que conseguir plasmarlos en la imagen. Las estampaciones y relieves del papel, las ilustraciones, sellos y tipografías, cada elemento tiene su importancia. Hasta los colores del etiquetado, del vidrio e incluso del vino, tienen que estar fielmente representados.

Es importante que todas las botellas de vino de una bodega tengan la misma firma, por eso lo ideal es fotografiar varias en una misma sesión para conseguir que todas sean homogéneas entre sí.

Aunque me guardo algunos secretos y técnicas, creo que estas son las líneas generales para conseguir una buena fotografía básica. Muy pronto os contaré algunos trucos para conseguir una buena fotografía creativa sin salir del estudio.

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