ENTREVISTA CON JOSÉ GIL VIGNERON
Hace unos meses recibí el encargo de un nuevo cliente para hacer las fotografías de su gama de vinos. Aquel cliente eran Vicky Fernández y Jose Gil, de Bodegas Jose Gil, en San Vicente de la Sonsierra, en La Rioja Alta. Reconozco que en aquel momento no había escuchado hablar de su proyecto; pero hoy, después de varios trabajos, puedo decir orgulloso que son uno de los clientes al que más aprecio le tengo y con más confianza trabajo. Por eso me gustaría que vosotros también pudierais conocer un poquito más su interesante propuesta.
¿Quiénes son José Gil y Vicky Fernández?
Somos un matrimonio con diferentes orígenes pero unidos por una misma pasión: el vino.
– Vicky Fernández: Tengo 32 años y nací en Uruguay, aunque he vivido en Algorta desde los 14 años. Desde joven me he dedichado al mundo de la hostelería, trabajando en varios restaurantes tanto en sala como en cocina, llegando a ser encaargada de un grupo de locales en Bilbao, de los que me siento orgullosa de haber gestionado y aprendido tanto.
– Jose Gil: Nací en san Vicente de la Sonsierra y siempre he estado muy ligado al viñedo, ya que provengo de una familia de viticultores. Por eso cuando terminé mis estudios de Enología empecé a trabajar en la Bodega familiar, Olmaza, donde durante 10 años realicé labores tanto de campo como de bodega junto a mi padre, mi tío y mi abuelo. Allí aprendí verdaderamente la profesión, probando y elaborando los vinos que hoy en día tienen un gran prestigio dentro de la bodega familiar.
Cuando nos conocimos, me vine a vivir a San Vicente de la Sonsierra y juntos decidimos emprender este proyecto familiar y artesanal, en el año 2016. Formamos el tándem perfecto, aportando diferentes visiones hacia un mismo destino: hacer vinos finos y elegantes que expresen su origen, respetando al máximo el viñedo.
¿Cómo habéis conseguido enamorar a público y crítica con un proyecto que cuenta con poco más de 6 años de historia?
Eso es algo que aún desconocemos y no terminamos de creérnoslo. Lo rápido que hemos crecido como proyecto. Empezamos pateando las calles con nuestras botellas en la mano, tocando las puertas de los establecimientos para darnos a conocer y así poco a poco fuimos sumando clientes. Decidimos dar un cambio de imagen a nuestras botellas con la añada 2018 que, a día de hoy, seguimos manteniendo, y creamos una red comercial muy buena gracias a nuestro esfuerzo y posteriormente a los prescriptores del vino, que pusieron en valor nuestro trabajo.
Todos los que os conocen y han visitado vuestra bodega en San Vicente de la Sonsierra coinciden en vuestro carácter humilde y cercano, algo de lo que puedo dar fe. ¿Cómo se hace para que el éxito no se suba a la cabeza? ;P
Creemos que hay que tener muy claro el objetivo. Nosotros no buscamos ningún tipo de fama personal, solo queremos ser felices con lo que hacemos, que nuestros vinos gusten a la gente para poder vivir de ello, aquí en el pueblo, junto a nuestra hija y los hijos que vengan, dejándoles un legado del que se sientan orgullosos de pertenecer, disfrutando al igual que nosotros con pasión y respeto. Defendemos nuestras raíces, teniendo siempre claro de dónde venimos y sintiéndonos agradecidos con todas las personas que nos han ayudado en el camino. Creemos que hay que tener honestidad y humildad, y como siempre hemos disfrutado con nuestro trabajo, del que hemos hecho un estilo de vida, seguimos en un continuo aprendizaje, viajando a otras zonas vitivinícolas para aprender también de los demás.
Aprovechando que estamos en septiembre, ¿cómo va a ser la vendimia de este año? ¿Esperáis poder seguir cosechando éxitos?
Este año ha sido un poco complicado para el viñedo, ya que ha sufrido con estas olas de calor y la poca lluvia que ha caído. Pero confiamos en que hemos hecho un buen trabajo al ver que las viñas han respondido muy bien hasta ahora, las hemos cuidado con mimo y detalle, por eso, a pesar de ser una añada cálida y con bastante sequía, la uva presenta muy buena calidad.
Buscamos mejorar año tras año, así que más que seguir cosechando éxitos, esperamos estar a la altura de las viñas y saber interpretarlas adecuadamente para seguir en el nivel de finura y frescura como hasta ahora.
Imagino que una bodega como la tuya, donde se mima y cuida hasta el último detalle, también se busca la perfección en las fotografías de cada uno de tus vinos. ¿Qué importancia le das a la fotografía?
Le damos mucha importancia a la fotografía, aunque no somos expertos en el tema sabemos lo que nos gusta y cómo queremos expresarlo. Nos gusta llegar a las personas trasladándolas al lugar de origen de ese vino o viñedo, y que haya concordancia con lo que hacemos y lo que se ve reflejado en la foto.
¿Crees que todo el carácter, personalidad y singularidad de un vino puede reflejarse a través de una fotografía?
Es una pregunta difícil porque hay algunas imágenes engañosas que buscan representar lo que no son. Pero lamentablemente caen en la monotonía y al final acabas viendo una imagen sin alma. En nuestro caso creemos que la imagen que ofrecemos va en sintonía con nuestro proyecto porque ha habido siempre armonía entre nosotros y el fotógrafo, en este caso tú, que te fijas en cada detalle y sabes plasmarlo bien creando un ambiente perfecto.
¿Piensas que una buena fotografía de vino es capaz de reflejar todo el trabajo que conlleva elaborar uno de tus vinos?
Creemos que sí es capaz de llegar a plasmarlo, porque a fin de cuentas la fotografía es un tipo de arte y un producto tan artesano como el que buscamos crear nosotros. Algo que va unido a grandes momentos que se pueden captar muy bien y reflejar nuestro estilo de trabajo a través de una imagen.
¿HABLAMOS?
Si te gusta lo que hago y quieres solicitar información, o simplemente tienes alguna duda de cómo puedo ayudarte, déjame tu email y me pondré en contacto contigo enseguida. Seguro que hablando nos entendemos y juntos podemos hacer cosas muy chulas para tu bodega o estudio de diseño.